¿Estamos ciegos?

Segundo "Viernes de la Biblia" en el que reflexionaremos sobre nuestra "ceguera" ante la vida

Mateo 9,27-31

En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:

- «Ten compasión de nosotros, hijo de David.»

Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:

- «¿Creéis que puedo hacerlo?» Contestaron:

- «Sí, Señor.»

Entonces les tocó los ojos, diciendo:

- «Que os suceda conforme a vuestra fe.»

Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:

- «¡Cuidado con que lo sepa alguien!»

Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

   No son pocos los pasajes de la Biblia en los que salen ciegos, ¿verdad? Pues esto, como todo, tiene un doble sentido, un significado en la Biblia. Y es que, en realidad, nosotros somos los ciegos. No solo individualmente: ciegos ante ver las posibles soluciones a un problema. También somos ciegos en sociedad, porque como vimos en la jornada mundial contra la pobreza, dejamos de lado a los pobres, nos hacemos los ciegos ante ellos, siendo ellos, en verdad, los que más cerca de Dios están como ya vimos. Estos dos ciegos se acercaron a Jesús y le pidieron ayuda. En esto también tenemos que parecernos, los ciegos siempre necesitan de alguien que les guíe o que les quite la ceguera si puede. Este que nos quita le ceguera es Jesús, pero él necesita de nuestra fe, necesita que confiemos en él, necesita que respondamos rotundamente: "Sí, creo que en ti, creo que puedes hacerlo". Entonces y solo entonces, cuando tengamos la suficiente fe podremos dejar de ser ciegos ante la vida y mirarla cara a cara y nítidamente.

¿Te sientes ciego ante la vida?

¿Solo acudes a Jesús cuando la ceguera te impide hacer algo o, por el contrario, lo buscas siempre?

¡Esperanza y fe!

Feliz fin de semana viviendo junto al Señor, sintiendo al Señor dentro de nosotros y dejando salir a Dios por nuestros cuatro costados.